Prâna.

Prâna es una palabra sanscrita formada de dos sílabas, “Pra” y “An”.

“Pra” es un prefijo que significa constante y “An” significa movimiento. Por lo tanto, Prana significa “movimiento constante”.

Este movimiento constante comienza en el ser humano desde el momento de su concepción.

Luego podemos definir Prâna como la fuerza vital original, la energía responsable de la vida, de su manifestación, expansión y evolución.

Prâna suele traducirse también como “aliento”, pero ésta es tan sólo una de sus múltiples manifestaciones en el cuerpo humano. Si la respiración se acaba, también se acaba la vida.

El respirar en sí, no es Prâna. La energía que hace que el aliento entre, es prâna; no es el aliento en sí. La energía que hace que el aliento entre, que lo consolida, esa energía que hace que el aliento entre y salga, es prâna.

Prâna significa la energía vital que se manifiesta en sí misma entre esas polaridades de entrada y salida.

La energía que hace que un pensamiento entre y que un pensamiento se vaya, esa energía también es Prâna.

Esta energía es fundamental para mantener el equilibrio entre el cuerpo, la mente y la vida.

Nuestro Prâna se adaptará a quiénes somos, a las fases por las que pasamos en la vida y a las experiencias que tenemos, se incrementará cuando realizamos hábitos positivos, como nutrirnos correctamente (física, mental y emocionalmente) y se reducirá o bloqueará cuando tengamos con pensamientos o emociones que nos roban energía.